Luz y Oscuridad
Si bien son polos opuestos, tenemos, por un lado, mucha luz y, por otro, poca o ninguna. Este equilibrio sirve como punto medio de información y expresión, marcando el ritmo de la vida en la Tierra con un ciclo infinito de luz y oscuridad. Incluso en el ámbito religioso, contamos con deidades como el dios Ra y conceptos como el Yin y Yang, que simbolizan la dualidad entre el bien y el mal.
Percepción Cultural de la Luz y la Oscuridad
Durante la era de la Ilustración, Kant describió este período como la salida de la humanidad de su propia inmadurez autoimpuesta.
El ser humano es primordialmente una criatura visual, obteniendo aproximadamente el 80% de su información a través de la vista. Nuestros ojos, compuestos por conos y bastones en la retina fotosensible, juegan un papel crucial en nuestra percepción visual, regulando la entrada de luz a través de la dilatación y contracción de la pupila.
Luz, Color y Emoción
Es fundamental explorar teorías como las leyes de Weber y Fechner, que relacionan luz, espacio y tiempo, para comprender cómo la arquitectura utiliza la luz para proveer orientación y comunicación.
La luz en la arquitectura puede ser cuantitativa o cualitativa, y su combinación adecuada forma la base de la iluminación arquitectónica. Lo que percibimos como brillo es en realidad la luz reflejada por las superficies, creando la ilusión de que estas brillan por sí mismas. Esto nos lleva a considerar el claroscuro, donde la interacción entre luz y sombra puede crear contrastes abruptos o suaves, y se utilizan luminarias de ángulo cerrado para efectos específicos.
Iluminancia, Luminancia y Diseño de Espacios
Es vital no desperdiciar luz; la luna y las estrellas actúan como luminarias naturales durante la noche. El color y la reflectancia de las superficies son esenciales en nuestra percepción, donde superficies oscuras pero reflectantes pueden parecer brillantes al reflejar el cielo claro. El contraste juega un papel importante, ya que objetos sobre fondos oscuros parecen más iluminados, mientras que los objetos oscuros pueden perder su definición tridimensional.
La adaptación de la luz a la oscuridad requiere considerar el tiempo de adaptación visual, creando áreas de transición que reducen gradualmente el brillo. La percepción del contraste depende del contexto, y los tipos de visión (escotópica, mesópica y fotópica) influyen en cómo interactúan los conos y bastones en diferentes condiciones de iluminación. La luz visible se extiende aproximadamente de 380 a 780 nanómetros, guiando nuestra interacción con el entorno.
Las fuentes de luz varían desde LED hasta incandescentes y fluorescentes, entre otras. La distribución del flujo luminoso se optimiza mediante la colocación estratégica de luminarias de menor potencia y ángulo cerrado. Se describe el flujo luminoso en lúmenes, desde menos de 50 para orientación hasta más de 10,000 para iluminación ambiental intensa.
Aplicaciones Prácticas y Simbólicas
La iluminancia, medida en lux, varía desde la intensidad del sol al mediodía hasta la luz de una luna llena, demostrando la importancia de la luz reflejada en nuestra percepción.
El color y la reflectancia son cruciales; una superficie blanca recibirá y reflejará luz de manera diferente a una de color oscuro, incluso bajo la misma iluminancia. La posición de objetos respecto al sol y la luna, así como la luminancia de superficies iluminadas, son aspectos fundamentales en la creación de ambientes iluminados adecuadamente.
La iluminancia también se relaciona con la distancia; a mayor distancia entre la fuente de luz y la superficie iluminada, menor será la iluminancia, afectando la percepción de profundidad del espacio. La variación en los niveles de iluminación es esencial para evitar una percepción plana del espacio. La ausencia de luz, con su capacidad para alterar nuestra respuesta psicológica, es tan importante como su presencia, permitiendo una adaptación visual en condiciones de baja iluminación.
Finalmente, la luminancia, medida tanto en foot-lamberts como en candelas por metro cuadrado, y la iluminancia son esenciales para entender cómo la luz y la oscuridad modelan nuestra percepción del espacio. La pintura bizantina y obras como "La Educación de la Virgen" de Georges de La Tour ofrecen ejemplos históricos del uso magistral del claroscuro y la iluminación para crear atmósferas y profundidad.
Este análisis de la luz y la oscuridad, enriquecido con perspectivas sobre su impacto emocional, cultural y práctico, nos invita a reflexionar sobre su omnipresencia y significado en nuestras vidas y en el diseño de nuestros espacios. Reconociendo la complejidad de su interacción y el poder de su influencia, podemos aspirar a diseñar entornos que no solo satisfagan nuestras necesidades visuales sino que también enriquezcan nuestro bienestar emocional y cultural.
Abstracto, textos y bocetos: Alex Carrillo
Fuentes:
"Perspectivas de la luz, entre la cultura y la tecnología" por ERCO
"Iluminación arquitectónica, diseñando con luz y espacio" por
Hervé Descottes y Cecilia E. Ramos