Del 6 al 9 de Octubre del año 2017 se llevo a cabo una nueva Master Class por parte del Brandi Institute for Light and Design en San Gabriel Ixtla, Estado de México, a la cuál tuve oportunidad de asistir.
Para esta sesión la conducción del taller corrió por parte de los diseñadores de iluminación Luca Salas (México), y Romano Baratta (Italia), así como de la artista en iluminación Christine Brandi (Alemania). Complementados por 12 "pupilos" asistentes, de la CDMX o de provincia e incluso de otras latitudes más lejanas.
Durante estos días se analizaron algunos principios básicos de la luz, con un lenguaje muy lejano a hablar de lúmenes y Watts. La experiencia más bien se centró precisamente en los momentos tan distintos que la luz nos otorga en cada instante y cada ambiente.
Todo el taller se realizó de manera práctica y con estrecha colaboración y apoyo de los maestros. Cabe destacar que entre los asistentes nos encontrábamos gente con perfiles totalmente diferentes, lo cual enriqueció el trabajo; pero eso sí, destacó la juventud y la pasión por la luz de todos.
Imagínense la mezcolanza de idiomas al pasar del Español al Inglés, de repente Italiano y luego Alemán. Una situación bastante divertida, pero que realmente logró transmitir a cada quien los conceptos buscados.
La experiencia de Luca, así como la gran curiosidad de Christine, así como la jovialidad de Romano resultaron en una combinación que convirtió el ejercicio del taller en una labor muy dinámica y emocionante.
Al final, la misión consistió en crear una instalación "momentánea" que permitiera fusionar la luz natural con la artificial en un sólo lenguaje. El resultado, más efímero y empírico que otra cosa, tuvo un resultado increíble y satisfactorio entre todos los que ahí participamos.
La Ex-Hacienda de San Gabriel Ixtla, localizada muy cerca de Valle de Bravo, rodeado de cerros y bosques que crean una atmósfera impresionante, resultó ser un excelente lugar para llevar a cabo estos ejercicios. Por lo tanto, no fue sólo la experiencia con la luz, sino también la experiencia del sitio, del convivio y la gastronomía lo que movió fibras en este taller.
Una experiencia muy gratificante, totalmente recomendada... Nos vemos en la edición del 2018.
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