La luz y el Serpentine Pavilion...

Serpentine Pavilion 2018 por Frida Escobedo. Foto: Iwan Baan.

Hace algunos días se mostraron las primeras imágenes del terminado Serpentine Pavilion 2018 ya abierto al público, diseñado por la arquitecta mexicana Frida Escobedo. El resultado me lleva a recordar la importancia que ha tenido la luz misma en algunas de las más emblemáticas intervenciones de los últimos años.


Serpentine Gallery Pavilion 2013, por Sou Fujimoto Architects.


Foto: Iwan Baan 

Si algo caracteriza a Sou Fujimoto es su diseño orgánico y la relación con lo artificial. Para el Pabellón del 2013 se creó una frágil y fina arquitectura traslúcida que destaca el contexto natural y la escala humana. Todo esto a través de una barras de acero que forman una estructura tridimensional ligera.

El diseño luce por su gran permeabilidad, que recuerda tanto a los juegos infantiles que aún podemos encontrar en algunos parques. Por momentos, parece como si no hubiera nada más que el contexto natural, y simplemente uno estuviera en medio de los Jardines Kensington.

La luz transforma por completo el espacio: durante el día, la uniformidad de la iluminación hace visible un espacio bastante amplio. Las estructuras metálicas en blanco, y el cristal hacen al espacio aún más fino y delgado, mientras que las sombras producidas por la misma estructura provocan que el ambiente luzca aún más confortable. Por otro lado, durante la noche, una iluminación artificial en tono blanco neutro que aparece a través de uplights ilumina de forma descendente a la estructura, provocando que la estructura blanca se solidifique aún más a la vista. El contexto natural oscuro encierra el espacio, mostrando al fin la artificialidad del objeto.


Serpentine Gallery Pavilion 2015, por SelgasCano.


  Foto: Iwan Baan

Para el 2015, el estudio de arquitectura español compuesto por José Selgas y María Cano es el encargado del Pabellón. Caracterizados por llevar a cabo un diseño hasta cierto punto biofílico y multicolor, trasladan un concepto orgánico que se enfoca en el visitante. La experiencia real de este Pabellón se siente en el momento que se entra y recorre el espacio. Destacan los colores, las luces, y los volúmenes irregulares.

La luz natural durante el día, evoca al interior del pabellón una gama de colores pastel que forman un recorrido suave. Durante la noche, en cambio una serie de luces dirigidas y spots, que junto el material ETFE que compone a los volúmenes, produce un efecto opuesto, en donde colores contrastantes y marcados salen del espacio para iluminar el volumen al exterior.


Serpentine Gallery Pavilion 2018, por Frida Escobedo.


  Renderizado por Atmósfera

No podía faltar un toque mexicano. Frida Escobedo se convirtió en la arquitecta más joven en diseñar el famoso Pabellón, quien además junto con Zaha Hadid, han sido las únicas mujeres en diseñarlo individualmente. De acuerdo a ella, el concepto está inspirado en materiales e historia de México y el Reino Unido.

El contraste en el Pabellón podría ser su característica más fuerte. La altura de sus muros de materiales oscuros cierra hasta cierto punto el espacio, pero el acomodo de estos, permeable a manera de celosía, mezclados con pisos de concreto gris aparente junto con espejos de agua que reflejan el cielo de forma clara, cierran la pinza de un diseño elegante y moderno donde luces, sombras y sobretodo el contraste, son la clave.

Texto: Alex Carrillo