Desde el pasado 18, y hasta el 25 de octubre del 2018, se realizaron proyecciones de mapping sobre la fachada occidente de la Catedral de Notre-Dame, en París. Por un mero hecho incidental, llevaba pocos días de haber llegado justo antes de las últimas proyecciones y mi esposa había conseguido pases para asistir. Nos lanzamos...
El monumental espectáculo de mapping, llamado Dame de Cœur (Dama de Corazones) proyecta durante 23 minutos una historia de las glorias de Francia en donde torna relevancia el recinto mismo de la Catedral. La muestra reúne aspectos tales como el amor, la guerra, la política, y la religión a través de la historia, y por medio de diecisiete pinturas de luces y sonido, magistralmente proyectadas con precisión. El proyecto se sumó a las celebraciones del centenario de la Primera Guerra Mundial, y particularmente le dio mención al apoyo brindado por los Estados Unidos de América en el conflicto global.
El acceso a la serie de proyecciones se agotó rápidamente y se abarrotó de gente, entre locales y turistas. Había gente que incluso estaba dispuesta a hacer lo que fuera por un boleto, a través de redes sociales. Si bien el evento fue gratuito, era necesario registrarse previamente para poder ingresar a la explanada de la Plaza Juan Pablo II, en la Île de la Cité, aunque las proyecciones también podían ser vistas desde las cercanías a Notre-Dame. Sumemosle un fuerte protocolo de seguridad, así como varias obras civiles en los alrededores del Sena y del Parvis, lo cual dificultó la agilización de los accesos, así como la movilidad de la zona, en pleno centro turístico parisino.
Aún llegando temprano (una hora previa al espectáculo, para estándares mexicanos), poder entrar a la Plaza toma su tiempo, ya que mediante vallas se limitaban las dimensiones de los accesos para que pudiera haber una revisión del boletaje. Ya entrados, es cuestión de buscar el mejor lugar para ver el espectáculo. Toda la Plaza se convirtió en una explanada de filas repletas de gente que conforme pasaban los minutos se fueron saturando.
El evento inicia cuando se apaga la iluminación arquitectónica de la fachada, y se encienden los proyectores...
Empezaba a refrescar ya que estaba avanzando el otoño parisino, ya con pistas de invierno. El cielo, en lo general no fue problema: despejado y claro, sin pista de lluvia, a pesar de que el pronóstico indicaba que era probable que chispeara un poco. Ya fuera sentado o de pie a lo largo y ancho del Parvis, gente de todas las nacionalidades disfrutó el momento y se dejó maravillar por la lluvia de animaciones, colores y sonidos perfectamente mapeados a un Notre-Dame que por sí sólo impone. Da gusto ver un ambiente sano tan global en tan poco espacio, y sin lugar a dudas se siente bastante bien escuchar a más de alguno hablar en español. Las proyecciones incluyeron además de luz y sonido, la narración (en Francés) de los pasajes mostrados.
Al interior de la Plaza, previo al inicio de las proyecciones, había voluntarios solicitando donativos con la finalidad de mantener el espectáculo, ya que la calidad de este implica costos considerables. Esto no resulta molesto y realmente te invita a apoyar.
Al finalizar la serie de proyecciones exteriores, se abren las puertas de Notre-Dame y el evento continúa dejando a los visitantes pasar a visualizar, mediante luz y color, sus imponentes interiores góticos. Un recorrido nuevamente secundado por un fuerte dispositivo de seguridad, así como un trayecto definido de entrada-salida.
La lluvia de colores nítidos, saturados y contrastantes es un deleite visual. Técnicamente, el espectáculo está compuesto por ocho proyectores sobre la Plaza, y ochenta más al interior de la Catedral. Todo concluye cuando la gente sale de la Catedral nuevamente hacia el Parvis, donde poco a poco, la Plaza vuelve a la normalidad.
Lo bueno: la calidad del mapeo de principio a fin.
Lo malo: una pantalla frontal que mostraba información del evento y de los patrocinadores. Lo negativo es que emitía un brillo bastante fuerte, el cual era bastante molesto mientras se esperaba el inicio del espectáculo, aunque por fortuna, este fue apagado al momento de iniciar las proyecciones.
Textos y fotografías: Alex Carrillo
Consulta más información en:
https://www.damedecoeur.paris/