¿Cuánto se puede ahorrar con un sistema de iluminación eficiente?

Beneficios económicos que derivan de la reducción del crimen.
Por Paulina Medina.

En países como México, la iluminación juega un papel importante en la percepción de seguridad de los ciudadanos. En general, las personas prefieren transitar por caminos bien iluminados donde pueden distinguir fácilmente todo lo que les rodea. Diversos estudios se han llevado a cabo sobre el tema donde se ha comprobado que la iluminación ayuda a reducir los índices de criminalidad. En esta ocasión, voy a hablar sobre un estudio realizado por el Instituto de Criminología de la Universidad de Cambridge dónde no sólo se comprueba que la iluminación ayuda a reducir los índices de crimen, sino que derivado de ello, se obtienen beneficios económicos nunca antes pensados. El estudio se llevó a cabo en dos vecindarios de alto riesgo en Gran Bretaña, Dudley y Stoke-on-Trent entre 1992-1994 y la investigación tuvo duración de 1 año.

En el área de Dudley los crímenes se redujeron en un 41% mientras que en el área de Stoke disminuyeron un 43% y en dos áreas adyacentes un 45%. En ambos proyectos, los beneficios económicos (derivados de la reducción del crimen) excedieron los costos de implementación entre 2.4 y 10 veces después de un año.


¿Cómo se llevó a cabo el experimento?
El experimento se realizó en dos áreas: Dudley y Stoke-on-Trent. En ambas áreas se implementó un sistema que mejoraba los niveles de iluminación en la calle. Aleatoriamente, se llevaron a cabo encuestas entre los habitantes de cada vecindario para conocer sus percepciones de criminalidad en el área. Las encuestas se realización antes y aproximadamente un año después de la implementación del sistema de iluminación en cada área.

Dudley
En el área de Dudley se consideraron dos áreas, una experimental y una como grupo control. Ambas áreas contaban con una estructura similar en cuanto a arquitectura, demografía y límites geográficos. El grupo control ayudó a distinguir fácilmente los cambios que estaban relacionados directamente con la iluminación de los que se debían a otros factores. El proyecto consistió en la instalación de 129 luminarios de Vapor de Sodio sobre 1,500 m de vialidad, lo cuál permitió duplicar los niveles de iluminación que se tenían originalmente. Este cambio fue visualmente notorio en el vecindario.
Los resultados mostraron que la incidencia de crímenes disminuyó en un 41% en el área experimental y un 15% en el área control (detalles en tabla 1).

Stoke-on-Trent
En este proyecto se estudió el impacto que tiene el mejoramiento de iluminación de un área en las áreas adyacentes. Se incluye un área experimental, un área control adyacente y un área control no adyacente. La principal razón de esta metodología es debido a que puede haber un desplazamiento del crimen del área intervenida a las áreas no intervenidas o por el contrario una difusión de los beneficios de un área hacia otra. En este vecindario se instalaron 110 luminarios de Vapor de Sodio sobre 1,000 m de vialidad. Los niveles de iluminación se incrementaron 5 veces, por lo que el cambio fue muy notorio.

Los resultados mostraron una disminución del crimen del 43% en el área experimental, 45% en áreas adyacentes y 2% en áreas no adyacentes (detalles en tabla 2).

Costos estimados de crimen e impactos económicos
Los principales costos económicos del crimen se dividen en dos: los tangibles y los intangibles. Los costos tangibles incluyen el costo de los objetos robados o daños a la propiedad, gastos médicos, policía, servicios sociales y de víctimas, etc. Los costos intangibles se refieren al dolor o sufrimiento de las víctimas.

Gracias a datos publicados por Home Office en Londres en el año 2000 se obtuvieron los costos estimados por distintos tipos de crímenes en Inglaterra y Gales incluyendo tangibles e intangibles.

La inversión inicial en el proyecto de Dudley fue de £55 000. La tabla 1 muestra el costo estimado de los ahorros debido a la reducción del crimen en esta área. En un año los ahorros en el área experimental por crímenes prevenidos fueron de £558 415. Por lo tanto, considerando los ahorros anuales, la relación beneficio:costo fue de 10:1 después de sólo un año.


Tabla 11 Ahorros estimados por reducción del crimen en Dudley.

En Stoke-on-Trent, la inversión inicial fue de £77 071. La tabla 2 muestra los ahorros estimados en estas áreas. En un año se ahorraron £188 170 debido a los crímenes prevenidos, por lo que en un año se tiene una relación beneficio:costo de 24:1. Este cálculo no toma en cuenta la disminución del crimen en las áreas adyacentes de Stoke-on-Trent.


Tabla 21 Ahorros estimados por reducción del crimen en Stoke-on-Trent

Comentarios
Considerando los resultados de este estudio, salta a la vista que un sistema de iluminación bien ejecutado es mucho más económico que el costo que conlleva el crimen. Cabe resaltar que los resultados de este estudio responden a las características específicas de las áreas estudiadas, sin embargo, considero que es un buen referente para aquellos proyectos donde la seguridad juega un factor determinante.

De acuerdo con éste y con otros estudios, se ha visto que el crimen se reduce significativamente cuando se han sustituido sistemas que brindan un nivel de iluminancia horizontal menor a 1 lux con sistemas que brindan iluminancias mayores a 2.5 lux con mínimo1. Intentar replicar este experimento en zonas donde los niveles de iluminancia originales son mayores a 2.5 lux podría no generar los mismos resultados.

Finalmente, hay que considerar que este estudio fue realizado entre 1992 y 1994, cuando las tecnologías de iluminación no estaban tan desarrolladas como ahora. Hoy día con el desarrollo del LED las posibilidades de implementar sistemas de iluminación eficientes y que a su vez contribuyan a la reducción del crimen son enormes y queda a criterio de cada diseñador cómo implementarlo.


Referencia:
1.Painter, Kate A., David P Farrington. (2000) The financial benefits of improved street lighting, based on crime reduction. University of Cambridge. Lighting Research and Technology. 33,1 (2001) p. 3–12.

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